Amor
La reportera estadounidense, Pam Brown, dijo una frase que resume la transformación que el amor paternal genera: “Los papás son los hombres más comunes y corrientes convertidos por el amor en héroes, aventureros, narradores de historias y cantantes”. La paternidad cambia a los hombres de formas extraordinarias, pues el amor que llegan a sentir por […]
Ninguna mujer nace sabiendo cómo ser una buena madre, pues es algo que se aprende con la experiencia y la guía de nuestro Padre Celestial.
El objetivo de esta edición es que aprendamos a amar al prójimo, reconociendo que, si primero nos amamos a nosotras mismas como Dios nos ama, podremos compartir ese amor con quien lo necesita.
La Palabra nos enseña que Dios es amor y todos los días, de una u otra forma, nos demuestra que esa es Su esencia.
Como hijos de Dios, reconocemos que nadie tiene mayor amor que el que da la vida por los amigos.
Todos sabemos que no tenemos la capacidad de elegir quiénes serán nuestros padres, en qué país nacer y los rasgos físicos que nos caracterizan, sin embargo, sí podemos elegir con quién vivir y formar una familia.
Querer vivir con alguien no significa que podamos hacerlo.
Cuando moldeamos nuestra conducta conforme a la Palabra de Dios, aprendemos a vernos y amarnos como Él lo hace.
Como seres humanos, necesitamos ser aceptados y que alguien más nos reconozca, valide, acepte, proteja y ame. El verdadero amor entre hombre y mujer sí existe.
Existen muchas clases de amor: el que se da entre padres e hijos, entre abuelos y nietos, y el que se da entre amigos, entre muchos otros.