milagros
Éxodo 15:26 (RVR1960) dice: “Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador”. En el Antiguo Testamento […]
En medio del dolor, debemos tener la certeza de que Dios tomará el control de la situación porque Él es el dueño de nuestras vidas y quien decide cuándo es nuestro inicio y nuestro fin en la tierra.
La Biblia nos enseña que las enfermedades y el sufrimiento que causan forman parte de nuestra condición humana tras el pecado original.
Como hijos de Dios debemos cumplir un propósito en la Tierra: que el nombre de Dios sea glorificado.
La Palabra de Dios nos indica que Él murió en la cruz del Calvario para que recibamos un milagro, así que ve delante de Él, póstrate con humildad y pídele lo que tanto necesitas.
La Palabra nos relata milagros sorprendentes que demuestran que somos hijos de un Dios todopoderoso que se ocupa de hasta el más mínimo detalle.
A lo largo de mi vida, he aprendido que absolutamente todo es posible para el que cree y honra al Señor, obedece Sus instrucciones e intercede por otros para que reciban el milagro que tanto anhelan. Como pastora y líder espiritual he sido testigo de grandes milagros de sanidad que Él ha hecho en miles de personas […]
Cuando hablamos de sanidad física y del alma, hablamos del Señor llevando nuestras enfermedades a la cruz del Calvario.
Sin importante el malestar que estés atravesando en este momento, no dudes del poder ni del amor de Dios.
No permitas que tu fe muera, por el contrario, glorifica al Señor con tus acciones y palabras en todo momento.