confianza
Si como creyentes no conocemos las promesas de Dios, ¿cómo nos acercaremos a Él para pedirle lo que necesitamos?
La esperanza y un futuro lleno de plenitud son herencia de Dios, pero solo la vemos cuando reconocemos al Padre de la gloria.
Cuando hablamos de pactos es necesario que entendamos que Dios los ha hecho a lo largo de la historia para el beneficio del hombre. Hebreos 8:1-2 (RVR1960) dice: Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la […]
Con el paso de los años he aprendido que los momentos de intimidad con Él, además de especiales son primordiales para recobrar fuerzas y recibir entendimiento.
No somos una producción en masa, pues fuimos creados por un Dios perfecto, quien nos dio dones y talentos únicos que nos distinguen del resto.
Quizá las circunstancias de la vida nos han ayudado a ser inconstantes, pero debemos entender que podemos recibir disciplina y dominio propio si se lo pedimos al Señor.
El Señor nos dio un propósito y nos asignó una gran función en Su reino: llevar Su Palabra y las buenas nuevas de salvación a toda persona y nación.
La Biblia enseña que la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Todas las pruebas que nos toca atravesar a lo largo de la vida suelen provocar emociones negativas en nosotros, por lo que, en esos momentos nos acercamos a Dios para pedirle Su ayuda.
Solo en Él encontramos las respuestas, el consuelo y la paz sobrenatural que necesitamos en momentos de aflicción