Maravillosas historias bíblicas

Maravillosas historias bíblicas

La Biblia está llena de relatos sobrenaturales que dan testimonio del poder de nuestro Señor y que hablan de Su justicia y del cuidado que tiene para con Su pueblo. Analizar y meditar estas locuras nos ayudará a comprender las manifestaciones poderosas del Espíritu Santo y a construir nuestra propia historia, insólita y maravillosa en el Señor.

1 Corintios 12:7 dice: “Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho”.

El Espíritu Santo puede manifestarse en tu vida y llenarte de Sus frutos, pero es un proceso personal y único que toma tiempo. Mi esposo, el pastor Cash Luna, muchas veces ha compartido sobre su proceso de encuentro con el Espíritu Santa y cómo clamó al Padre para recibir la unción, hasta que finalmente su vida fue llena y pudo compartir todo lo que recibió.

Jueces 3:20-22 dice: “Y se le acercó Aod, estando él sentado solo en su sala de verano. Y Aod dijo: Tengo palabra de Dios para ti. El entonces se levantó de la silla. Entonces alargó Aod su mano izquierda, y tomó el puñal de su lado derecho, y se lo metió por el vientre, de tal manera que la empuñadura entró también tras la hoja, y la gordura cubrió la hoja, porque no sacó el puñal de su vientre; y salió el estiércol”.

Este hombre fue el instrumento de justicia sobre un rey malvado. Parece cruel, pero así sucedió. Cuando los sirvientes lo encontraron no sabían que estaba muerto porque el puñal se hundió en su vientre y no se veía. Esto realmente es una locura.

2 Samuel 18:9-15 dice: “Y se encontró Absalón con los siervos de David; e iba Absalón sobre un mulo, y el mulo entró por debajo de las ramas espesas de una gran encina, y se le enredó la cabeza en la encina, y Absalón quedó suspendido entre el cielo y la tierra; y el mulo en que iba pasó delante. Viéndolo uno, avisó a Joab, diciendo: He aquí que he visto a Absalón colgado de una encina. Y Joab respondió al hombre que le daba la nueva: Y viéndolo tú, ¿por qué no le mataste luego allí echándole a tierra? Me hubiera placido darte diez siclos de plata, y un talabarte. El hombre dijo a Joab: Aunque me pesaras mil siclos de plata, no extendería yo mi mano contra el hijo del rey; porque nosotros oímos cuando el rey te mandó a ti y a Abisai y a Itai, diciendo: Mirad que ninguno toque al joven Absalón. Por otra parte, habría yo hecho traición contra mi vida, pues que al rey nada se le esconde, y tú mismo estarías en contra. Y respondió Joab: No malgastaré mi tiempo contigo. Y tomando tres dardos en su mano, los clavó en el corazón de Absalón, quien estaba aún vivo en medio de la encina. Y diez jóvenes escuderos de Joab rodearon e hirieron a Absalón, y acabaron de matarle”.

El hijo de David era muy malo y fue ajusticiado de una forma insólita. Es inverosímil pensar que se quedó enredado en las ramas de un árbol donde encontró la muerte. Sin duda, el Señor a veces utiliza estrategias extrañas para hacer efectiva Su justicia.

2 Reyes 2: 23:25 dice: “Después subió de allí a Betel; y subiendo por el camino, salieron unos muchachos de la ciudad, y se burlaban de él, diciendo: ¡Calvo, sube! ¡calvo, sube! Y mirando él atrás, los vio, y los maldijo en el nombre de Jehová. Y salieron dos osos del monte, y despedazaron de ellos a cuarenta y dos muchachos. De allí fue al monte Carmelo, y de allí volvió a Samaria”.

Eliseo era el profeta que tomó el lugar de Elías y a quien en este pasaje le decían calvo. Él era un hombre de Dios que milagrosamente limpió las aguas contaminadas de ese pueblo y lo único que recibió a cambio fueron insultos, pero la irreverencia fue castigada.

1 Reyes 17: 1-6 dice: “Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra. Y vino a él palabra de Jehová, diciendo: Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán. Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer. Y él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán. Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo”.

Elías era un profeta obediente a quien el Señor alimentó de forma sobrenatural. Estoy segura de que muchos pueden dar testimonio de las bondades del Padre. Si quieres más de Su palabra y bendición debes seguir Sus instrucciones y vivir conforme a Sus preceptos y voluntad.

2 Reyes 13: 20-21 dice: “Y murió Eliseo, y lo sepultaron. Entrado el año, vinieron bandas armadas de moabitas a la tierra. Y aconteció que al sepultar unos a un hombre, súbitamente vieron una banda armada, y arrojaron el cadáver en el sepulcro de Eliseo; y cuando llegó a tocar el muerto los huesos de Eliseo, revivió, y se levantó sobre sus pies”.

Imagina la impresión que te llevarías si ves que un muerto al que están enterrando se levanta y camina. Como cristianos somos testigos de milagros que nos impactan. Cuando conocemos más del Espíritu Santo y vemos que suceden cosas sobrenaturales ten por seguro que es para que las disfrutes y las utilices para bendecir a otros. Hay momentos en los que nos asustamos de las revelaciones. Yo, por ejemplo, me cuestioné muchas veces por qué el Señor me llenaba de gozo y hacía que riera durante horas, pero Él me dijo que no intentara comprender Sus manifestaciones, sino que me gozara en ellas y las compartiera. ¡Te animo a que hagas lo mismo! Dios te bendiga.