Distingue tu rol en la nación y en el reino de Dios

Distingue tu rol en la nación y en el reino de Dios

El Señor me mostró algo sumamente poderoso cuando estaba orando, me dio tres palabras: entendimiento, conexión y unidad. Luego dije: Señor estamos en el mes de la independencia, por favor, ayúdame a integrar bien lo que me quieres enseñar. ¡Y para qué dije eso! Así recibí este mensaje.

Éxodo 8:1-8 dice: Entonces Jehová dijo a Moisés: Entra a la presencia de Faraón y dile: Jehová ha dicho así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva. Y si no lo quisieres dejar ir, he aquí yo castigaré con ranas todos tus territorios. Y el río criará ranas, las cuales subirán y entrarán en tu casa, en la cámara donde duermes, y sobre tu cama, y en las casas de tus siervos, en tu pueblo, en tus hornos y en tus artesas. Y las ranas subirán sobre ti, sobre tu pueblo, y sobre todos tus siervos. Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón: Extiende tu mano con tu vara sobre los ríos, arroyos y estanques, para que haga subir ranas sobre la tierra de Egipto. Entonces Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto, y subieron ranas que cubrieron la tierra de Egipto. Y los hechiceros hicieron lo mismo con sus encantamientos, e hicieron venir ranas sobre la tierra de Egipto.

Entresaqué una pequeña porción de una historia muy grande, donde hubo diez plagas. En esa lectura veo varios participantes: el gobernante, un rey de Egipto llamado Faraón, vi a Moisés, un gran profeta, un libertador, él era un gran legislador, un general. También está el hermano mayor de Moisés, Aaron quien le ayudaba a comunicar todo. Y el otro, era el pueblo de Dios que estaba en esclavitud, por último, estaban los hechiceros.

La Palabra de Dios narra que había un hombre abogando por su pueblo. Cuántos dan gracias a Dios que siempre hay personas que se levantan para abogar, para pelear por su pueblo. Pero Moisés estaba tratando de convencer al gobernante para que su pueblo fuera libre. Y eso mismo quiere Dios, que su pueblo sea  libre. Miren la paciencia de Moisés hacia Faraón. Fueron diez las plagas.

Moisés comienza a enseñar cosas sobrenaturales, cosas extraordinarias en el espíritu, dando a conocer al Dios verdadero. La segunda cosa sobrenatural es que  Aarón sigue las instrucciones de  Moisés. En obediencia a su hermano extiende  la vara y empiezan a salir por todos los lados esos animales espantosos. Faraón inmediatamente fue a consultarle a los hechiceros y ellos de bobos, hacen lo mismo que Moisés y Aarón, le traen más condenación al pueblo y declaran que haya más ranas.

¿Por qué te quiero compartir esto? Porque así es la estrategia del diablo. En lugar de hacer algo diferente produce una imitación, porque el diablo es un imitador, esa es su raíz, su esencia es la rebeldía al imitar lo que Dios hace.

Por eso necesitamos trabajar en esas tres áreas, entendimiento, conexión y unidad. Dios nos trae el entendimiento, Jesucristo con su palabra produce esa conexión y la unidad viene por respeto y obediencia.

1 Pedro 2:9-10 dice: Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, Pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia. Asimismo, Éxodo 3:9 -10 dice: El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel.

Tú eres un linaje escogido. Esa es la mentalidad que Dios quiere cambiar en nosotros, una mentalidad de reino y gobierno. Dios no quiere que vayas con miedo, con timidez, quiere que vayas con la certeza que él está contigo y te va a prosperar en todo lo que hagas.

Éxodo 3: 11-12 dice: Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte. Además, Deuteronomio 8:19-20 dice: Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. Como las naciones que Jehová destruirá delante de vosotros, así pereceréis, por cuanto no habréis atendido a la voz de Jehová vuestro Dios.

Mis hermanos, tenemos que seguir creyendo que Dios está con nosotros. Moisés desde su humanidad dijo: ¿Quién soy yo? Si Dios hizo eso, como no lo vamos a hacer nosotros. Moisés abrió el mar rojo, recibió las tablas de la ley, hizo cosas extraordinarias. ¿Quién dice que tú no las puedes hacer? Dios dice, te voy a bendecir, pero si tú le dices que no al Señor, en palabras sencillas, el futuro va a ser otro.

1 Pedro 2:13-14 dice: Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien. También, 1 Pedro 2:15-17 dice: Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos; como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios. Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey.

Aquí podemos hacer varios equipos, y si estamos unidos podemos hacer mucho por nuestra nación. En otras palabras, creamos, porque quien se va a encargar de lo malo es Dios. El siervo de Dios educadamente le está hablando a la autoridad, pero la autoridad no escucha, se ciega no quiere creer en este Dios y va a buscar lo falso. Eso falso es momentáneo, no es duradero, lo duradero está en Cristo Jesús.