El Señor dice que nos hará entender, es decir que abrirá nuestra mente para ayudarnos a ponerla en orden y lograr que nuestros pensamientos sean como los suyos. Quiere enseñarnos y corregirnos, sólo de esta forma puede haber entendimiento para alcanzar sabiduría.
La Palabra nos corrige y nos ayuda a tomar decisiones. A veces aceptamos la corrección que nos da, a veces no, todo depende de tu experiencia en la vida natural. Déjate guiar por Dios, Él desea orientarte y corregirte para que obtengas entendimiento y vivas mejor. Esfuérzate por comprender esa cariñosa corrección y agradécela.
La Samaritana es un ejemplo de cómo el Señor busca hacernos entender. Ella estaba en sus actividades cotidianas y Jesús la buscó para pedirle que le diera de beber. La mujer extrañada, le pregunta por qué se lo pide a ella. Debemos comprender que Él puede pedirnos cualquier cosa en todo momento y el pecado es la única razón para sentirse incómodo por ello. Justo lo que le sucedía a la Samaritana que vivía con alguien que no era su marido. Necesitamos que Dios nos confronte, tal como hizo con ella para hacernos entender y lograr que le abramos nuestro corazón. Personalmente me sucede con mi esposo a quien amo y respeto. Algunas veces me cuesta dejar que se vaya porque lo extraño, pero Dios me cuestiona: “¿Qué pasa, acaso no es tu esposo mi siervo? Este es mi espacio, mi lugar, pon en la balanza tu corazón”. De esta forma recapacito y obedezco porque toda la honra y gloria le pertenecen a nuestro Señor. Él me hace entender que desea algo, de la misma forma que lo hizo con la Samaritana.
Necesitamos corrección para ser entendidos, en este mundo como en lo espiritual. No somos perfectos, requerimos ser edificados constantemente. El que piensa que ya está listo, recibirá una gran lección, hay que tener cuidado de no acomodarse porque el crecimiento nunca se detiene. Siempre faltará algo más, siempre seremos capaces de dar lo que no pensábamos y ser desafiados. Dios nos pondrá en nuestro lugar si nos creemos completos, sin necesidad de aprender y nos enseñará en el área más sensible.
Todas las pruebas y circunstancias nos llevan a la meta y galardón que está al final, no a medio camino, como deseamos. Sigue adelante aunque no comprendas, luego, cuando seas corregido y recibas entendimiento, todo estará tan claro como el agua. Dios quiere llevarte por un sólo camino, el de la vida eterna, aunque en tu inquietud te hayas trazado muchos otros. No te engañes, no pierdas la atención en lo que es verdaderamente importante, nada debe interferir en su deseo de salvarte.
No olvidemos que nuestro pensamiento nos lleva a un camino que conduce a nuestro destino. Todo tiene que ver con pensamientos que influyen en la conducta. Pide sabiduría para buscar el camino correcto y tomar las mejores decisiones en tu grupo, tu trabajo, iglesia y familia. El camino correcto es buscar el reino de Dios y su justicia.