Navidad, sinónimo de paz

Navidad, sinónimo de paz

Desde pequeña siempre me ha encantado la Navidad, pues es una época hermosa en la que además de celebrar el nacimiento de Jesús se suele compartir mucho más de lo habitual con los seres queridos. Mis padres siempre nos enseñaron a mis hermanos a mí que este tiempo también es una excelente oportunidad para imitar al Señor, ser voluntariosos y buscar la paz, ofreciendo cariño y reconciliación con quienes hemos tenido dificultades.

Y es que Jesús vino a darnos la mayor enseñanza de amor, la cual predicó con palabras y acciones. Lo que realmente debemos imitar de Él es Su capacidad de perdón y su corazón humilde y obediente a los planes del Padre. No podemos morir en una cruz para salvar a la humanidad, pero sí podemos mantenernos en paz con todas las personas que nos rodean y expresar nuestra buena voluntad con amor y paciencia. 

Para celebrar el nacimiento de nuestro amado Salvador como se debe, honrémoslo practicando Su ejemplo y predicando las Buenas Nuevas con quienes aún no lo conocen. Es un buen momento para superar el pasado y dejar atrás la amargura y las cicatrices, y para, por el contrario, perdonar y buscar la paz, pues es la mejor manera de celebrar la Navidad.

Te animo a que aproveches este tiempo para hacer esa llamada, enviar ese mensaje de texto o planificar esa reunión que traerá paz a tu vida. Nadie más que tú sabe a quién o quiénes debe buscar para sanar relaciones y lograr armonía. Sin lugar a dudas, no hay nada mejor que darle vuelta a la hoja para iniciar un nuevo tiempo libre de rencor, enojo y frustración, ya que es la manera correcta de ser feliz y demostrar que somos verdaderos cristianos.

Nunca olvides que mostrar buena voluntad es imitar a Jesús, así que abre tu corazón al amor y a la paz, gózate a las personas que más amas y promete que, a partir de ahora, serás una mejor persona en todas las áreas de tu vida. Celebra la Navidad agradando al festejado: Jesús, quien desea nacer en tu corazón para regalarte un nuevo comienzo.

Por otro lado, en este tiempo no solo se trata de recibir, sino —sobre todo— de dar, así que si tienes la posibilidad de compartir con el prójimo un poco de lo mucho que el Padre nos da, no lo dudes y hazlo.

¡Feliz Navidad y que la paz de Dios transforme tu vida!