Cada inicio de año, me tomo un momento para reflexionar y escribir las metas que deseo alcanzar en los próximos meses. Procuro que sean claras, alcanzables y medibles, tanto en términos de tiempo, como de recursos, para enfocarme y trabajar arduamente en cumplirlas. Conozco a personas que les funciona escribir un plan concreto que incluya pasos a seguir que puedan integrar a sus rutinas diarias, lo que aumenta la probabilidad de efectuar todo lo que se proponen.
Hace un tiempo, me enseñaron un método sumamente fácil para establecer y alcanzar metas de manera efectiva, el cual se basa en definir objetivos específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con límite de tiempo (SMART, por sus siglas en inglés), que me parece fabuloso. Me ha servido muchísimo porque me da una hoja de ruta clara, me motiva, me permite evaluar mi progreso y hacer los ajustes necesarios, y me ayuda a ser realista para evitar la frustración. Si no lo conoces, te invito a que busques un poco más del mismo en Internet y que intentes aplicarlo en tus metas de este 2025, quizá sea muchísimo más útil de lo que piensas.
En este contexto, creo firmemente que, como creyentes, debemos alinear cada una de nuestras metas con nuestros principios, valores y deseos propios, pero también con los del Señor. Muchas veces sucede que nuestros planes no son los mismos que Él tiene para nosotros, sin embargo, siempre son buenos y eficaces porque Él nos creó a Su perfecta imagen y semejanza con un propósito enorme, sabiendo que somos capaces de realizar grandes hazañas porque nos dotó de dones y talentos.
Si finalizaste el 2024 con frustración o nostalgia por no haber concluido las metas que te trazaste a inicios de año, ¡no te detengas! Nunca es tarde para retomar, enfocarte y esforzarte en alcanzar lo que te propones, si lo alineas al corazón del Señor. Quizá sea un buen momento para que construyas un sistema de apoyo para compartir tus objetivos y planes con alguien más: tu pastor, tu líder, un familiar o un amigo, quienes te ayudarán a mantener la responsabilidad hasta alcanzar la meta.
Hoy que iniciamos un nuevo año, te animo a que te tomes un momento para hacer un listado de todo aquello que deseas alcanzar en este 2025 y llevarlo delante del Señor en oración para que Él guie tu camino en todo momento, con el fin de que vivas conforme a lo que ya planeó para tu vida. Que estos nuevos 365 días que tenemos por delante vengan con muchísimas bendiciones, prosperidad, éxitos, alegrías, amor, enseñanzas y con la paz que solo encontramos en Él. Oro para que cada semana que pase puedas conocerlo más, desarrollar tu fe y encontrar tu propósito. ¡Bendiciones!