La puerta estrecha

La puerta estrecha

Dicen que hacer el bien es difícil, mientras que hacer el mal es mucho más sencillo. Esto lo vemos todos los días, basta con leer lo que acontece en el mundo en la actualidad para darnos cuenta de que muchas personas hacen antes el mal que el bien. En el libro de Mateo encontramos unos versículos que nos invitan a entrar por la puerta estrecha porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, pero estrecha es la que puerta y angosto el camino que lleva a la vida.

Estos pasajes podemos interpretarlos de varias maneras, pero en general, con esas palabras, Jesús les enseñaba a Sus seguidores sobre cómo vivir de acuerdo con los principios del reino de Dios, refiriéndose a la diferencia que existe entre el camino de la vida, el cual es mucho más desafiante y sacrificial, y el camino más sencillo, pero destructivo, que es el que lleva a la perdición. Lamentablemente, son muchísimas las personas que deciden entrar por ella, en lugar de buscar la que los enaltecerá y llevará a la verdad.

La puerta estrecha y el camino angosto de los que nos habla Jesús, simbolizan un camino de obediencia y disciplina para quienes creemos en Él, el cual es mucho más difícil y menos popular, pues es un trayecto que implica seguir Sus enseñanzas y vivir conforme a Su perfecta voluntad. ¿Por qué resulta tan complicado atravesarla? Porque esto es lo opuesto a lo que el mundo ofrece y muchos siguen las tendencias que nos han impuesto como correctas porque aparentan ser placenteras, al permitirles vivir según sus deseos humanos, sin necesidad de confrontar el pecado.

Como creyentes y Sus hijos, debemos seguir Sus instrucciones por más difíciles que sean, ya que de esta forma lo honraremos y cumpliremos nuestro propósito en la Tierra. No importa lo que el mundo nos diga o lo que los influenciadores afirmen como correcto, lo único que verdaderamente nos debe importar es lo que el Señor nos pide hacer por medio de las Escrituras. No intentes encajar en un mundo perdido que nos acerca cada vez más al mal porque Él tiene un lugar especial para nosotros en el reino de los cielos, en donde la paz, justicia y amor reinan de forma plena.

Te animo a que, a partir de este momento, te enfoques en tomar decisiones sabias y comprometidas en el camino de la fe, recordando que seguir a Jesús no es siempre sencillo, pero es el único camino hacia la vida eterna. Tómate un momento para hablar con Él en oración y pídele que te dé la sabiduría necesaria para elegir el camino angosto y entrar por la puerta estrecha. A pesar de las dificultades y pruebas que se presenten, no te rindas, sino que persevera porque la recompensa es mucho más grande de lo que imaginamos.

¡Que Dios te bendiga!