En mi libro, Mírate bonita, mírate feliz, que lancé oficialmente el mes pasado, abordo muchísimos temas de interés general y uno de ellos es el amor conyugal. Quiero utilizar este espacio para darte una pequeña guía de cómo saber si la persona con la que estás es la indicada, algo que seguramente todas nos hemos cuestionado en algún momento de la vida.
A muchas personas les da miedo empezar una relación de noviazgo porque se imaginan que implica un matrimonio casi inmediato. Por ejemplo, tuve dos amigas a quienes alguna vez les dije: “Aquel joven quiere ser tu novio”, y entraron en pánico porque se imaginaron que esto era lo mismo que casarse pronto. En realidad, lo bonito del noviazgo consiste en conocer a otra persona antes de dar cualquier paso importante.
Entonces, ¿cómo saber si la persona con la que estás es la indicada? Para estar segura si la relación con tu pareja funciona y es sana te aconsejo que respondas las siguientes preguntas, de las cuales obtendrás más información en mi libro:
- ¿Te enorgulleces de esa persona? Ninguna relación duradera puede basarse en la vergüenza. Puede que alguien te simpatice, pero si no te sientes realmente cómoda en público con esa persona, no es la indicada.
- ¿Sientes respeto por esa persona? El verdadero amor es sinónimo de pureza y generosidad. Cuando realmente amas a alguien no eres egoísta o abusiva.
- ¿Tienes plena confianza en su amor y su fidelidad? Los celos son más duros que la muerte. Si los sientes es porque no tienes seguridad o tienes una percepción errónea de ti misma. Confía en quién eres y en lo que puedes ofrecer.
- ¿Tienen afinidad? Cuando hay afinidad entre dos personas, son capaces de conversar durante horas, el tiempo se les hace corto y los temas se vuelven infinitos.
- ¿Buscas siempre su bienestar? Recuerda que el amor implica una entrega generosa. Si actúas de forma egoísta y egocéntrica significa que no amas de verdad.
- ¿Lo aprueban tus padres? En la abundancia del consejo está la sabiduría. La perspectiva de otros es muy valiosa y mucho mejor si proviene de las personas que más te aman.
- ¿Estás dispuesta a esperar el tiempo necesario? El amor verdadero sabe esperar el momento adecuado. El mejor ejemplo nos lo da Dios, quien en el tiempo oportuno envió a Su Hijo.
- ¿Sientes tranquilidad al pensar en casarte? Acércate al Señor para que te ayude a visualizar tu vida conyugal con la persona que elegiste. La imagen que debe llegar a tu mente debe darte paz.
- ¿Lo que sientes es recíproco? Asegúrate de que lo que sientes es lo mismo que esa persona siente por ti. Si tienes dudas de esto, puedes preguntarle directamente qué intenciones tiene contigo y si siente lo mismo que tú.
Medita y responde estas preguntas que te ayudarán a reflexionar y tener una visión más objetiva de la situación particular con tu pareja. Recuerda que si Dios es el centro de tu relación, tienes una garantía de felicidad.