Inseguridades en las mujeres

Inseguridades en las mujeres

Las inseguridades en las mujeres, sobre todo las físicas y de identidad, son muy comunes. Desde jovencita experimenté miedos y temores por mi apariencia y por cuestiones internas, pues en determinado momento pensaba que no estaba ejecutando de la mejor manera mi papel de madre y esposa, pero, con el paso del tiempo, he aprendido a apropiarme de ellas para vivir feliz y conforme a la voluntad de Dios.

En cada etapa de la vida se presentan distintas inseguridades: en la niñez, en la juventud, en el noviazgo, en el matrimonio, en la maternidad y hasta en lo laboral, ente otras, sin embargo, tenemos que entender que, por más dificultades que vivamos a causa de ellas, nos ayudan a madurar y a desarrollar nuestra autoestima para sentirnos seguras, a pesar de las opiniones de los demás.

En la actualidad se han normalizado de una forma impresionante los problemas de ansiedad, depresión y de trastornos compulsivos, enfermedades que alimentan las inseguridades de cualquier tipo. No digo que no existan, pero debemos trabajar en nosotras mismas diariamente para que no sean “normales”. Es importantísimo que formemos y fortalezcamos nuestra identidad, sabiendo que somos hijas de Dios, para no dejarnos influenciar por factores externos dañinos.

Cuando estudié los temperamentos humanos, descubrí que todos tienen debilidades y fortalezas y aprendí a distinguirlos. Tuve que trabajar en mis debilidades y en aprender a cómo afrontar mis temores, lo que me llevó a pedir ayuda, pero primero las tuve que reconocer. Es un buen momento para que te levantes y tengas la seguridad de que, de la mano de Dios, podrás superar cualquier problema.

Al momento de escribir mi segundo libro Mírate bonita, mírate feliz. Una invitación a descubrir quién eres, pasé muchos momentos incómodos porque fui acumulando varios acontecimientos que se presentaron en las diferentes etapas de mi vida, en los que había debilidades y defectos que no me agradaban. Sin duda, me sentí vulnerable al recordarlos, pero estoy tranquila porque los pude superar.

Definitivamente, millones de personas de todo el mundo sufren por no saber quiénes son y hacía dónde van, pero quiero decirte que estamos equipadas para ser mejores mujeres. Necesitamos valorarnos e identificarnos como hijas de Dios y como mujeres completas, bonitas y felices con lo poco y con lo mucho. ¡Tenemos un detonante infinito llamado Dios, quien desde que nos formó nos dio una identidad única en Él!

Si quieres instruirte más en este tema, te invito a leer mi segundo libro, el cual lancé oficialmente a finales de 2021. En él abordo de forma más profunda, entre otros temas, todo lo relacionado a la identidad, la cual es fundamental para vivir bien. Consíguelo en la librería de Casa de Dios o a través de Amazon.