Desde que tengo memoria, en casa de mis padres siempre se celebró la Navidad junto a la familia y los amigos. Mi mamá solía colocar adornos llamativos con colores fuertes y con la famosa flor de pascua que les daba vida a los ambientes. En las mesas de las casas ponía dulces, chocolates y frutos secos para que tanto nosotros como los invitados disfrutáramos de ellos en cualquier momento. En Nochebuena nos reuníamos a cenar y a esperar la Navidad con todos los familiares que pudieran estar presentes.
Teníamos un gran árbol de Navidad decorado con luces, bombas brillantes y distintos ornamentos colgando por todas las partes y debajo de él un nacimiento con pequeños muñecos en un establo. Allí estaban María y José junto a un hermoso bebé: Jesús. Actualmente miles de familias alrededor del mundo continúan con esta tradición, pues supone el nacimiento del Hijo de Dios, quien vendría al mundo con un propósito definido. ¡Ese lindo nacimiento me gustaba mucho!
Debo admitir que desde pequeña creí que los regalos que se encontraban debajo del árbol junto al nacimiento los traía Santa Claus, hasta que un día mis padres, muy amorosamente, me explicaron que él no existía y que los obsequios los comparaban ellos. En ese momento entendí que como padres nos querían muchísimo y por eso adquirían objetos de nuestro gusto que nos harían felices. Lo más bonito es que no solo nos daban regalos a mis hermanos y a mí, sino también al resto de la familia y a amigos cercanos. De esta forma nos enseñaron que no solo se trata de recibir, sino —sobre todo— de dar.
En la mayoría de los países del mundo esta celebración es generalizada, ya que al ser considerada una fiesta cultural cada pueblo le da su propio significado, adaptándola a costumbres y tradiciones pagano-religiosas. Actualmente la Navidad se celebra por tradición, aunque lo más importante es celebrarla por convicción tomando como base el nacimiento de Jesús. Cabe mencionar que no todas las religiones tienen permitido celebrarla por sus creencias y que algunas la festejan con un sentido cultural y no religioso. ¿Cómo la celebras tú?
Quizá establecer una fecha del nacimiento de Jesús y celebrarlo como un evento importante no está en las Escrituras, pero como cristianas, en lugar de ver esta festividad como un obstáculo o un distractor del enemigo para el cumplimiento de los planes de Dios deberíamos verla como una oportunidad para hablar de las Buenas Nuevas para establecer Su reino en la Tierra y para agradecerle todo lo que nos da.
Existen muchísimas curiosidades más sobre la Navidad, la cual no es más que una fusión de culturas y religiones que saca a flote los buenos sentimientos de los seres humanos. Recuerda que a pesar de las diferencias todas las personas procedemos del mismo lugar y de la misma fuente, por lo que, si tienes la oportunidad de regalarle algún presente a quienes amas, ¡hazlo! Pues esta es una forma de manifestar amor y honra. No hay nada más hermoso que dar.
¡Feliz Navidad y que la paz de Dios inunde tu hogar!