Existen muchísimas razones para buscar a Dios en ayuno, oración e intercesión que tenemos que reconocer como seres humanos: tener intimidad con Él, meditar en Su Palabra, fortalecer el espíritu y aumentar la fe, entre otras. Cada inicio de año es el momento ideal para mejorar nuestra vida a través de disciplinas espirituales como estas.

La práctica del ayuno es una disciplina importantísima para todo creyente, que sirve para que nuestra carne ya no tenga dominio sobre lo que solo el Espíritu Santo debe tener. Cuando las personas se auto niegan al placer de ingerir ciertos alimentos, conquistan una disciplina personal de esfuerzo propio y afligen su alma, de tal manera que se someten al espíritu y se vuelven más receptivas hacia lo espiritual. En otras palabras, el ayuno prepara el terreno para orar, rogar y escuchar la dirección de parte de Dios.

Por su puesto que el ayuno no es tan sencillo. El más común es el que se realiza en tres semanas, utilizando el régimen de Daniel como referencia. Él propuso en su corazón no contaminarse con la comida del rey y decidió comer únicamente frutas, verduras, legumbres y agua. Asimismo, oró tres veces al día y a las tres semanas recibió respuesta a sus oraciones.

Recuerdo que la primera vez que ayuné, engañaba a mi estómago, tomando una sopa, un consomé suave o una limonada sin azúcar, y me funcionó muy bien. Hay muchas personas que inician el ayuno de 21 días, pero que por una u otra razón no lo terminan, el cual no es un motivo de condenación. Como hijos de Dios debemos ayudar a quienes ayunan y reconocer la victoria que obtienen en los días de ayuno que realizan.

Sin duda alguna, el ayuno nos enseña y demanda una serie de conductas que deben convertirse en un estilo de vida, tales como buscar tiempo de intimidad con Dios, aliviar la carga de alguien, dar pan al hambriento, escuchar al hermano y perdonar. Dios promete que si nos mantenemos en ello nacerá la luz como el alba y la salvación se dejará ver pronto (Isaías 58:8).

El lunes 8 de enero, por tercer año consecutivo, la Iglesia Evangélica de Guatemala, junto a otras iglesias y asociaciones del país, dio inicio a 21 días de ayuno y oración, a través de la campaña nacional “Levántate Guate”, para que todas las personas, sin importar su edad, adquieran el hábito de buscar a Dios por medio del ayuno y la oración. Si deseas unirte, descarga la guía en levantateguate.org y conéctate a las oraciones en vivo en el Facebook oficial de la campaña (https://www.facebook.com/LevantateGT) a las 6:00 a.m. y a las 12:00 y 6:00 p.m.

Ten por seguro que, si puedes decirle que no a lo bueno, tendrás toda la fuerza y voluntad para decirle no a lo malo. ¡Iniciemos el año de la mejor manera: en ayuno y oración!