Promover la oración, intercesión y adoración como forma de relación íntima y de comunicación con Dios ha sido la visión del Ministerio de intercesión de Casa de Dios desde hace más de 18 años. Tras reconocer la importancia y necesidad de que todas las personas nos pongamos a la brecha delante de Él, por nuestras vidas, familias y naciones, hace algunos años, con un grupo de amigas y compañeras del reino a quienes admiro mucho, fundé dicho ministerio.
Este tiempo ha sido de muchísima bendición para mí y para todas las personas que de una u otra forma hemos sido parte de este gran ministerio que cada vez cuenta con el apoyo de más hombres y mujeres. Es realmente gratificante ver el compromiso de los intercesores en orar, clamar, interceder y creer por una mejor familia, iglesia, sociedad y, sobre todo, una mejor Guatemala. Asimismo, verlos ejercitar su fe en las distintas áreas de la vida no tiene precio y me siento muy agradecida por todo lo que he podido vivir, ver y testificar.
Siempre comparto que orar e interceder es hablar con Dios y es la forma correcta de manifestarle nuestros más íntimos anhelos y de acercarnos a Él. Más allá de fórmulas o métodos, Su Palabra nos enseña que la oración y la intercesión resultan efectivas si las hacemos con un corazón sincero, con fe y confiando plenamente en que Él nos concederá todo lo que pedimos.
En este contexto, desde el Ministerio de intercesión hemos sido intencionales en que cada vez, más personas se acerquen a Dios, por medio de la intercesión y oración constante, con el fin de que mejoren su relación con Él y de que pongan en práctica su fe. Es por ello que todos los años realizamos distintas actividades, como seminarios, cursos, reuniones de adoración, vigilias, sesiones de consejería y orientación familiar y planes de intercesión con ayuno y caminatas, entre otros. Además, contamos con una línea de oración para orar e interceder vía telefónica por las personas que lo necesiten.
En estos años, he aprendido que la intercesión tiene un poder mucho más grande del que imaginamos. He conocido testimonios increíbles de personas que se han puesto a la brecha delante de Dios, declarando bienestar para sus familias, iglesias y naciones, y la transformación ha llegado. Por lo anterior es que, desde el Ministerio de intercesión, seguiremos promoviendo la oración y adoración para formar una relación y comunicación íntima con Él, confiando y creyendo que cumplirá Sus promesas en la vida de cada persona.
El próximo 20 de agosto, en Guatemala se llevará a cabo la segunda vuelta electoral en la que, por medio del voto, el cual es universal, libre, secreto, directo, personal e intransferible, escogeremos al nuevo binomio presidencial que gobernará nuestro país en los siguientes cuatro años. Por ello, en estos días previo a salir a votar, debemos ponernos a la brecha por Guatemala, pidiéndole al Señor que nos brinde sabiduría para elegir y para que las autoridades elegidas por el pueblo, sean correctas, honradas, íntegras, eficientes e idóneas para los cargos.