De la tristeza al gozo

De la tristeza al gozo

Los episodios de tristeza, depresión y ansiedad en la vida del ser humano siempre han existido, pero es alarmante saber que en la actualidad los casos de este tipo se han disparado en todo el mundo. Como seres humanos, muchas veces luchamos con sentimientos que nos hacen sentir insatisfechas en las distintas áreas de nuestras vidas, pero la Palabra nos enseña que Dios es un Dios alegre que desea que vivamos en contentamiento.

Fuimos creados a Su perfecta imagen y semejan, pero, a pesar de ello, constantemente sentimos ciertos vacíos en nuestro interior. He aprendido que esos espacios solo Él puede llenarlos, por eso es que es importantísimo que lo conozcamos en la intimidad y que compartamos esperanza con quienes nos rodean. La Biblia nos enseña que todos los que confían en Él, jamás serán avergonzados, por eso debemos tener la seguridad de que nuestra fe en lo que Él es capaz de hacer, jamás será humillada.

En la vida pasamos momentos adversos, como la pérdida de un ser querido, el desempleo, la escasez y las pandemias, entre otros, en los que nuestra fe es probada como el oro. Sin embargo, debemos tener siempre en cuenta que las circunstancias desfavorables pueden tornarse en oportunidades porque Él quiere restaurarnos, confirmarnos, reestablecernos y cambiar nuestra tristeza por gozo.

No sé qué situación estás atravesando en este momento, pero lo que sí sé es que la tristeza, la depresión, la angustia y la ansiedad no serán más grandes que tu fe si confías en el Señor. La Biblia es clara al indicarnos que la preocupación agobia a las personas, pero que una palabra de aliento, las sana. Él conoce nuestros pensamientos y todo lo que nos entristece e inquieta, por lo que este es un buen momento para que declares que Su consuelo es lo que renovará tu esperanza y alegría.

En la actualidad, hay muchas personas con mucha tristeza en sus corazones, a pesar de que conocen el amor de Dios y saben que Jesucristo murió en la cruz del Calvario por amor a nosotros y que el Espíritu Santo nos anhela celosamente. Él es el único capaz de cambiarlo todo y de darnos nuevas fuerzas para que caminemos con la confianza de que el porvenir será mucho mejor y de gran bendición.

Aunque no logremos entender todo lo que Dios es capaz de hacer por amor a nosotros, solo debemos confiar en que Él ya puso en nuestro corazón la eternidad. Sin importar lo que estés atravesando en este momento, cree con fe activa que lo que Él tiene preparado para ti es muchísimo mejor que lo que el mundo puede ofrecerte. No olvides que Él estará siempre para sostenerte en medio de las pruebas porque Él ya nos prometió grandes cosas para nuestras vidas en esta Tierra y en la eternidad. ¡Aférrate a la promesa de que mañana será mejor!