La Real Academia Española (RAE) define la sabiduría como el “grado más alto de conocimiento”, mientras que otro diccionario en línea dice que es la “comprensión avanzada que una persona tiene de un asunto”. Como creyentes debemos entender que la sabiduría no es solo tener un conocimiento, sino que es aprender a aplicarlo en nuestra vida diaria. Todos los días tomamos decisiones, algunas son más trascendentales que otras, pero en todas es necesario que actuemos sabiamente.
En la Biblia encontramos muchos libros y pasajes que nos enseñan sobre la sabiduría. Uno de ellos es Proverbios, el cual fue escrito no solo para acrecentar nuestro entendimiento humano, sino que también para guiarnos en nuestro diario vivir, ya que uno de sus propósitos es que nos convirtamos en personas sabias, justas y prudentes. Con el paso de los años he aprendido que la clave para adquirir sabiduría reside en el asombro, reverencia y humillación que mostramos delante de la presencia de Dios.
¿Estás viviendo sabiamente? Hay unos capítulos de Proverbios que nos invitan a buscar la sabiduría como si fuera un gran tesoro, a esforzarnos y a ser diligentes y constantes en su búsqueda. Cuando la adquirimos, la Palabra dice que, además, recibimos grandes recompensas, tales como inteligencia, conocimiento, entendimiento, protección y discernimiento, entre otras. ¿Quién no quisiera ser sabiduría entendiendo todo esto? La buena noticia es que está al alcance de todo aquel que esté dispuesto a buscarla.
Como seres humanos, tenemos libre albedrío, por lo que nosotros decidimos si queremos vivir una vida dirigidos por la insensatez o por la sabiduría, sabiendo que cada una trae consigo diferentes resultados. Por experiencia propia, te aseguro que la sabiduría nos guía al éxito y a la paz sobrenatural, mientras que la insensatez nos lleva a la ruina y vergüenza. Sin importar lo que estás viviendo en este momento, te animo a que elijas el camino de la sabiduría, que estés dispuesto a realizar los sacrificios necesarios para obtenerla y que trabajes duro por mantenerla contigo.
Recuerda que, cualquier día, en medio de cualquier situación y al lado de quien sea, podemos aprender algo, así que enfócate en mantener un corazón enseñable y en las lecciones que adquieres, porque esas pequeñas acciones, te acercan a la sabiduría y hacen que permanezca en tu vida. Asimismo, este es un buen momento para que guardes tu corazón porque de él brota la vida y es el motor de todas las decisiones que tomamos, por lo que, si dejas que un mal pensamiento invada tu mente y se apropie de ti, le abres las puertas a los caminos de los impíos y te alejas de la senda de los justos.
En oración, pídele al Señor que te dote de sabiduría para que de ahora en adelante tomes las mejores decisiones, por muy pequeñas o grandes que sean. ¡Bendiciones!
