Es feo levantarse un día luego de no haber podido dormir a causa del insomnio o por alguna otra razón. Esto es algo que nos ha sucedido a todas las personas. Cuando nos metemos a la cama para descansar usualmente lo que queremos es tranquilidad, pero no es lo mismo acostarse en paz que dormir en paz. Para que la noche sea buena debemos tener un buen final de día, de forma que si queremos acostarnos en paz tenemos que procurar no ocupar la noche para tratar asuntos que nos inquieten.
El tiempo que utilizamos para descansar es importantísimo, pues nos ayuda a recuperar las fuerzas para iniciar una nueva jornada. Por esto debemos cuidar nuestros pensamientos y emociones antes de ir a dormir. Un buen ejercicio para encontrar descanso y fuerzas al momento de descansar es entregarle a Dios todas nuestras preocupaciones y afirmar la frase bíblica “En paz me acostaré”, ya que si lo logramos son altísimas las probabilidades de despertarnos con fuerzas renovadas.
Debemos entender que entre el sueño y el amanecer no se resuelven los problemas, así que lo mejor que podemos hacer es esforzarnos por dormir en paz, tal como lo hacía David en medio de la guerra. Si él pudo confiar en que Dios le daría paz para descansar sabiendo que un ejército venía contra él, tú y yo también podemos tener esa confianza aun en medio de las circunstancias adversas.
Cuando perdemos la paz con facilidad es porque nos dejamos llevar por los temores. ¡No lo permitas más! Dios conoce nuestros miedos y no es ajeno a ellos. En la Biblia podemos encontrar en varios versos la frase: “No tengas miedo”, puesto que Él sabe que como seres humanos experimentaremos situaciones que nos ocasionarán temor, pero no podemos paralizarnos por ellas, sino todo lo contrario: debemos confiar en que Él actuará a nuestro favor.
Manifiéstale a Dios lo que piensas, sientes y crees, ya que Él sabrá qué hacer con lo que llevas dentro. Es vital que alinees lo que dices a Su Palabra porque lo que sale de nuestra boca es nuestra principal arma contra el temor y cualquier otro sentimiento negativo. Si quieres trazar el camino hacia el futuro que sueñas es momento de pensar y hablar con fe.
El miedo es capaz de paralizarnos, pero la fe nos ayudará a avanzar en todo momento, así que debemos enfocarnos en desarrollarla. La Biblia promete un final dichoso para quienes confiamos en Dios, por lo que si creemos que esa dicha estará en nuestro futuro dejaremos de sufrir por los sentimientos negativos.
¡Desecha los temores, miedos y angustias! Cuando reconoces a Dios como tu pastor en todo momento, aunque camines por valles de sombras y de muerte el miedo no te acechará porque tendrás la seguridad de que Él te protege.