Aprender a perdonar

Aprender a perdonar

A todos nos ha tocado vivir situaciones difíciles que nos ha costado perdonar o que quizá no hemos perdonado. Tristemente, muchas personas han llegado la iglesia con un trasfondo terrible y con experiencias pasadas inimaginables llenas de dolor, pues en distintas etapas de sus vidas han experimentado abusos físicos, emocionales y verbales, entre otros sufrimientos, que les han provocado grandes heridas que han permanecido abiertas durante mucho tiempo.

Son situaciones difíciles que no todos entienden hasta que las viven, pero ¿vale la pena hundirnos más por la falta de perdón? ¿Cómo perdonamos algo que parece imposible perdonar? La Biblia nos enseña que debemos perdonar porque, en primer lugar, el perdón es un reflejo del amor de Dios, quien perdonó nuestros pecados, por lo que nosotros debemos aprender a hacer lo mismo con quienes nos ofenden.

Por más complicado que parezca verlo de esta manera, el perdón es además una expresión de nuestro amor por Dios y por los demás. Asimismo, por más lastimado que esté nuestro corazón e incluso nuestro cuerpo, el perdón es liberador porque cuando decidimos perdonar automáticamente dejamos ir el resentimiento, la ira y la amargura que nos causan más daño del que imaginamos. Sin duda, el perdón nos permite sanar y seguir adelante.

Es importante que tengamos en cuenta que perdonar no significa justificar las cosas malas que nos han hecho; ni hace excusable la maldad provocada. La Palabra de Dios nos enseña que debemos perdonar a los demás por lo que han hecho, incluso cuando no merecen nuestro perdón. Jesús mismo nos dio el mayor ejemplo de perdonar a quienes nos han ofendido, por lo que Su sacrificio es suficiente para pagar por los pecados que cometimos y los que cometieron en nuestra contra.

Una de las formas más eficaces para aprender a perdonar de corazón es comprendiendo la soberanía de Dios sobre todos los acontecimientos de nuestra vida. Entendamos que nada de lo que nos sucede es accidental y que todo tiene un propósito. El Señor es nuestra roca y fortaleza en medio de toda tribulación.

No sé cuál sea la situación que hasta la fecha no has podido perdonar, pero mi oración en este momento es que puedas hacerlo para liberarte de esa carga que solo te hace más daño. Quizá pienses que lo que te hicieron fue demasiado malo y que no puedes perdonar a quien te lo ocasionó, pero déjame decirte que solo Dios podrá darte la apertura que necesitas para hacerlo y sentirte en paz.

Mi deseo en este fin de año es que dejes atrás todo lo que no te permite crecer personal y espiritualmente; y que puedas caminar en libertad tras otorgar perdón y ser perdonado. ¡Que Dios te bendiga!