Si te estás preguntando si el título de este blog hace alusión a la canción All you need is love (todo lo que necesitas es amor, en español) que en 1967 sacaron Los Beatles —una de las bandas inglesas más populares a nivel mundial— déjame decirte que sí. Dicha canción fue tan afamada a nivel mundial que hasta la fecha continúa resonando, sobre todo cuando de celebrar el amor se trata.
Y es que el Señor a través de las Escrituras —y específicamente en 1 Juan 3— prácticamente nos enseña lo mismo: el amor es todo lo que necesitamos. Dios nos anima a amarnos los unos a los otros y a ser capaces de dar nuestra vida por nuestros hermanos. Además, nos señala a Cristo, quien dio su vida por amor a nosotros, y nos muestra lo que realmente es el amor.
Sin duda alguna cantar el coro de All you need is love o leer 1 Juan 3 es sencillo, pero aplicarlo muchas veces resulta una tarea difícil porque todas las personas somos completamente diferentes. Quizá en este preciso momento estés luchando por amar a una persona aunque realmente no sea lo que quieres, pero lo estás intentando por obediencia al Señor, quien nos pide amar al prójimo por encima de cualquier circunstancia y sentimiento.
El Señor nos llama a hacer del amor la marca distintiva de nuestra vida. Es muy probable que seas una persona exitosa en alguna o muchas áreas de tu vida, pero no tendrá mucha relevancia si fallas en lo que respecta al amor porque es una de las cosas más importantes y valiosas que tenemos. Recuerda que el amor, más que un sentimiento especial o una emoción, es una decisión.
Cabe mencionar que existen muchos paradigmas y pensamientos incorrectos respecto al amor que en ocasiones nos hacen concentrarnos más en las palabras que en las acciones, cuando lo que se demuestra es muchísimo mejor y más valioso que lo que se dice. El Señor vino a romper con ese paradigma del amor ya que nos enseña que el verbo amar debe complementarse con circunstanciales como la fidelidad, la lealtad y el respeto.
Jesús no solo nos expresa Su amor, sino que lo demostró padeciendo y pagando por algo que no debía. Es por ello que la Palabra nos enseña que Él es amor y que apartados de Sus caminos solo podremos experimentar emociones humanas y pasajeras alejadas de lo que es el verdadero amor.
Como hijas de Dios tenemos una gran misión: dar amor en la Tierra, pero para ello es indispensable que lo primero en nuestra vida sea el amor de Dios. Así que mujeres, hijas, madres, abuelas y amigas, procuren pasar tiempo de calidad con sus seres amados y relaciones cercanas. Todas podemos pasar días más ocupados que otros, pero Dios nos llama a amarnos unos a otros empezando con quienes nos importan y rodean porque ¡todo lo que necesitamos es amor!