¿Eres de las mujeres que pasa varias horas del día navegando en las redes sociales? Es necesario que tengas cuidado con lo que ves y publicas. Buena parte de la información que está disponible en redes sociales no tiene fuentes confiables y puede robar nuestra paz y alterar nuestro ánimo.
La Palabra dice que el perverso provoca contiendas y el chismoso divide a los buenos amigos. En algún momento de la vida nos hemos encontrado con personas a las que les gusta el chisme y que no pasan mucho tiempo sin mencionar lo que dijo la fulanita de la sutanita o de alguien más. El problema es que cuando lo dicen añaden detalles que alteran la historia, por eso es mejor no ser partícipe de este tipo de conversaciones.
Debemos aprender a ser mujeres sabias para comunicarnos de forma adecuada con la familia, las amigas, los compañeros de trabajo y hasta en los grupos de WhatsApp y en nuestras redes sociales. Ser sabias también consiste en alejarnos del chisme que no edifica ni a quien lo dice, ni a quien lo recibe.
Aveces es mejor quedarnos calladas cuando no tenemos nada positivo que decir, ya que en algún momento seremos juzgadas por lo que hablamos. Ahora estamos en un tiempo en el que las personas necesitan mensajes que las edifiquen y tú puedes contribuir muchísimo si compartes lo que el Espíritu Santo te ha dado a ti.
Tómate un tiempo para leer tus conversaciones y evaluar sobre qué tratan. Esto te ayudará a determinar si bendicen tu vida y la de las personas con las que hablas y si influyen a que alcances tu propósito. Piensa que los chismes y las palabras negativas te alejan de lo bueno que Dios tiene para ti.
Una vez escuché a alguien decir que las personas que critican son orgullosas porque no pueden saber que otras personas hacen mejor las cosas. Por tu boca puedes conocer tu corazón. Debemos hablar lo que creemos y meditamos, así que cambia todas las palabras que no edifican por aquellas que te llevan a llenarte de fe y esperanza.
El Señor transforma, cambia y renueva nuestros corazones si le permitimos hacerlo. Analiza tu interior y busca la presencia de Dios para sacar de tu vida cualquier pensamiento y sentimiento que quiera llevarte a hablar chismes y/o expresar algo que dañe los sentimientos de alguien más. ¡Necesitamos vivir en unidad y apoyarnos más que nunca!
¡Edifica a quienes te rodean! Puedes hacerlo con tus palabras y también con tus oraciones. No esperes más, hoy es un buen día para empezar.