Todas las personas, en una o varias etapas de la vida, atravesamos momentos difíciles: el fallecimiento de un ser querido, una enfermedad complicada, crisis financieras, discusiones y preocupaciones, entre muchos otros, los cuales pueden botarnos el ánimo e incluso hacernos caer en depresión. ¿Sabes cuál es la herramienta más poderosa para combatir esas situaciones adversas? La oración.
Quizá en ese momento estés diciendo en tu cabeza o en voz alta: “Yo siempre oro y pareciera que Dios no me escucha”. Si es así déjame decirte que Él siempre te escucha y se preocupa por ti. Lo que sucede es que muchas veces, sobre todo en momentos de dificultad y zozobra, deseamos que Dios nos conteste y ayude inmediatamente y no en Su tiempo, lo cual inunda nuestra cabeza de pensamientos negativos.
Aunque estés pasando en valle de sombra de muerte, ten la certeza de que Dios siempre va contigo, lo cual es suficiente para saber que jamás has estado ni estarás sola. No importa si algunas personas te dieron la espalda cuando más las necesitabas, pues Él siempre te extenderá la mano para levantarte y acompañarte en cada paso que des. Únicamente debes creerlo y aprovechar esa gran bendición.
En 2004 el Señor me movió a creer por un ejército de personas dispuestas a interceder por sus familias, su iglesia y su nación. Fue así como fundé el Ministerio de Intercesión de la iglesia que dirijo junto a mi esposo, el cual hoy alcanza más de 8 mil intercesores. Con ellos seguimos orando y trabajando para que nuestros dones se multipliquen y se pongan a la brecha por quienes lo necesitan.
Desde sus inicios, hace poco más de 26 años, en Casa de Dios hemos dedicado especial atención a las peticiones de oración de las personas. Nuestras cuentas oficiales en las distintas redes sociales y nuestra página web han sido un canal extraordinario para recibir por escrito las necesidades que trasladamos al área de intercesión. Sabemos que después de Dios lo más importante son las personas, es por ello que verdaderamente nos interesamos en ellas.
Como parte de la labor del Ministerio de Intercesión cada año realizamos cursos de intercesión, distintos seminarios, reuniones de adoración, vigilias, sesiones de consejería y orientación familiar, planes de intercesión con ayuno y caminatas, entre otros. Asimismo, desde junio de 2020 atendemos peticiones de oración e intercesión vía telefónica en el Call Center de oración dos días a la semana. Todo esto ha sido otra forma de decirle a las personas que estamos con ellas.
Si estás atravesando alguna dificultad recuerda que no estás sola ya que Dios jamás nos abandona. Ten la total seguridad de que Él responderá a tus peticiones en el momento oportuno y que la oración eficaz del justo puede mucho. Si lo deseas, también puedes acercarte al Ministerio de Intercesión, donde gustosamente te acompañaremos.
¡Llénate de fe y deposita toda angustia y necesidad en Dios!