¿Alguna vez has ayunado o has formado parte de algún plan de ayuno y oración? Aunque los primeros días son difíciles es impresionante hacerlo eventualmente ya que, además de ser un tiempo en el que preparamos el terreno para escuchar la dirección de parte de Dios, en el proceso logramos descubrir las fuerzas que nos otorga mientras establecemos comunión con Él.
Ayunar con regularidad y orar sin cesar son prácticas necesarias en nuestra vida, pues juntas fortalecen nuestro espíritu. Es vital entender que el poder del ayuno está en la motivación y en la actitud; no en aguantar hambre o mostrar que somos más santos porque ayunamos, sino en menguar para que el Espíritu Santo crezca y explore nuestra vida de forma que revele todo aquello que debemos mejorar. En mi caso, sé que el ayuno y la oración han sido fundamentales para el fortalecimiento de mi espíritu.
En 2004 el Señor me movió a creer por un ejército de personas dispuestas a interceder. Así fue como se fundó el Ministerio de Intercesión de Casa de Dios, que a la fecha ha forjado alrededor de 8 mil intercesores. Con este maravilloso equipo de personas que Dios ha añadido hemos desarrollado actividades que impulsan a ponernos a la brecha por la familia, la nación y la iglesia.
Desde hace varios años hemos iniciado cada enero con un intenso periodo de ayuno y oración de veintiún días, pues mi esposo, el equipo pastoral de Casa de Dios y yo creemos que la mejor forma de empezar un nuevo año es preparando nuestro corazón para una transformación personal.
Este 2021 decidimos unirnos a más de 30 iglesias y asociaciones de Guatemala para ayunar y orar durante veintiún días por nuestro país a través de una campaña llamada “Levántate Guate”, la cual busca que los guatemaltecos que lo deseen nos unamos en oración en favor de nuestra nación. Estamos a pocos días de finalizar este plan al que miles de personas se han sumado, por lo que estoy segura de que este año será mucho mejor que el anterior.
Sé que mi fortaleza, la que me ha hecho llegar hasta donde estoy ahora, ha sido la oración, que no es otra cosa más que hablar con Dios, platicar con Él, leer Su Palabra, adorarlo y hacer tiempo para escucharlo. Ese es el secreto que, por sencillo que parezca, ha sido mi instrumento para guiar a mis hijos, dirigir el Ministerio de Intercesión y caminar en cada proceso de mi vida.
Si algo puedo recomendarte es que aun en medio de tus compromisos hagas tiempo para ejercitarte en oración. Es necesario que nos conectemos con Dios aunque nuestra vida esté marchando bien. Si lo deseas aún puedes unirte a los últimos cinco días de ayuno y oración de “Levántate Guate”. Descarga la guía en https://levantateguate.org/ y clamemos juntas por Guatemala.
Si eres de otro país, de igual forma puedes unirte pidiéndole al Señor por tu nación.