¿Sabes cuál ha sido el mejor plan para iniciar un nuevo año desde siempre? Activar la fe. Sin duda alguna el 2020 fue un año que nos dejó muchísimas lecciones que nos pueden servir para planear y establecer metas en este nuevo año que recién iniciamos y para pedirle al Señor que renueve nuestras fuerzas.
Como seres humanos constantemente luchamos con los sentimientos que nos hacen sentir insatisfechos, pero Dios es un dios alegre que nos enseña a estar contentos a pesar de las circunstancias. Aunque reuniéramos todas nuestras fuerzas para cambiar las situaciones que atravesamos no lo lograríamos, pues Él es el único capaz de cambiarlo todo y darnos nuevas fuerzas para caminar confiadas en que el porvenir será mucho mejor.
De igual forma debemos confiar en que Dios puso en nuestro corazón la eternidad, por lo que el plan que estableció para cada uno de Sus hijos es mucho mejor que lo que el mundo puede ofrecernos. Te aseguro que el Señor estará siempre para sostenernos y levantarnos de las pruebas, pues Él nos promete cosas realmente increíbles para nuestra vida en la Tierra y en la eternidad.
Cuando hacemos nuestra confesión de fe también elegimos obedecer a Dios. Esto nos mueve a confesar con nuestra boca y a creer con nuestro corazón, es por ello que la fe activa es lo que mueve un ambiente perfecto para la bendición sobrenatural de parte de Dios, la cual nos mantiene conectadas a Él y nos llena de la confianza necesaria para planear el futuro.
Vemos que el miedo y la incertidumbre han rodeado durante varios meses la atmósfera del planeta entero, por lo que actualmente es fundamental llenarnos de fe para superar el pasado y no estancarnos en el presente, sino más bien proyectarnos hacia el futuro, el cual será mejor de lo que esperamos.
Estos días recuerda las promesas que Dios te ha dado y con ellas planea un 2021 distinto con metas mucho más factibles de las que te planteaste el año anterior. El escritor estadounidense Tony Robbins decía: “Si haces lo que siempre has hecho, conseguirás lo que siempre has conseguido”, así que enfócate en hacer las cosas de diferente forma para obtener resultados distintos.
Te animo a que entre tus planes de este año incluyas metas vitales como aumentar tu tiempo de oración para que recibas sabiduría y puedas tomar mejores decisiones, servir más en tu iglesia, prepararte mejor en tu trabajo y terminar todos los proyectos que en algún momento iniciaste pero que nunca terminaste. Si eres intencional en cambiar tus pensamientos y tus palabras y en hablar con fe te aseguro que lo que viene será mucho mejor.