En tiempo de crisis, la comunicación con nuestro Padre es algo fundamental. ¿A quién acudes en medio de los problemas? Aprendamos a buscarlo a Él y así experimentaremos Su protección y provisión. Dios quiere ayudarnos en medio de cualquier adversidad, confiemos en Él.
Elías se encontraba en medio del desierto, sin comida, ni agua, pero confiando en un Dios que tenía cuidado de él. En el momento que más lo necesitaba, Él le proveyó lo necesario para que pudiera seguir con su camino. La circunstancia no limitó la capacidad del Señor para proteger a Elías. Él tiene el deseo de protegernos. Confiemos y veremos la manifestación de Su poder a nuestro favor.
Debemos tener claro que nuestro estado de ánimo no determina la fidelidad de Dios. Aunque Elías se encontraba frustrado y decaído, el Señor envió ángeles para proveerle lo que necesitaba. Él no permitirá que nos rindamos a mitad de camino. Elías pensaba que su propósito había terminado, pero el Señor le reveló que todavía le hacía falta mucho camino por recorrer. No importa qué tan adversa esté la situación, podemos estar seguros de que con Dios de nuestro lado podremos salir adelante siempre.
Es normal que pensemos en rendirnos cuando atravesamos problemas, pero las Escrituras nos recuerdan constantemente que Dios nos acompaña en todo momento. No podemos renunciar si Él está con nosotros apoyándonos. Cuando Elías tuvo miedo y se escondió en la cueva, el Señor lo fue a buscar y le habló. Son Sus palabras las que nos infunden fuerza en momentos de debilidad. Lo único que necesitamos para escucharlo es disponer nuestro corazón. No importa si nos desviamos del camino, Su voz nos redireccionará hacia el cumplimiento de nuestro propósito.
Su Palabra es nuestra principal arma para vencer la adversidad. El camino puede ser largo y difícil, pero Él no nos desamparará. El Señor te ha acompañado hasta hoy y lo seguirá haciendo siempre. Enfoquémonos en servir a los demás, Dios se encargará de suplir cada una de nuestras necesidades en el camino correcto. Él tendrá cuidado de cada detalle de nuestra vida, solo confiemos y sigamos adelante.
Dios está con nosotros y nunca nos abandonará. Tengamos esa seguridad y lograremos cumplir nuestro propósito. Su compañía es lo único que necesitamos en medio de la crisis. Su amor siempre encontrará el momento oportuno para manifestarse en nuestra vida.