Todos los seres humanos necesitamos corrección para adquirir entendimiento en las distintas áreas de la vida. Nadie es perfecto ni lo será, por lo que precisamos ser edificados constantemente. Cuando pensamos que con nuestras propias fuerzas podremos afrontar cualquier dificultad, es cuando mayores lecciones recibimos, ya que pensar que somos autosuficientes nos lleva a la comodidad, un lugar en el que el crecimiento se detiene por completo.
Soy fiel creyente de que somos capaces de dar mucho más de lo que pensamos que podemos, por eso es que continuamente somos desafiados. He sido testigo de que el Señor, de la forma más amorosa, pone en su lugar a todo aquel que cree que no necesita de aprendizaje y de nuevos conocimientos para ser mejores porque creen que ya son completos tal como son. Cuando adquirimos esa actitud o similares, llegan sucesos que sacuden hasta el área más sensible de nuestras vidas para corregirnos.
Todas las pruebas y circunstancias nos llevan a la meta y al galardón que está al final, no a medio camino como usualmente lo deseamos. Desconozco lo que estás atravesando en este preciso momento, pero te animo a que no desmayes, por el contrario, sigue adelante aunque te sientas confundido, ya que luego, cuando seas corregido y recibas Su entendimiento, verás todo con muchísima claridad.
Nuestro amado Dios anhela llevarnos por un solo camino: el de la vida eterna. Así que, aunque en tu inquietud y desasosiego hayas trazado muchos otros, que no precisamente son parte de Su voluntad, este es el momento ideal para que retrocedas y escuches Su voz que te guiará a la ruta correcta. Ya no te engañes más ni pierdas la atención en lo que no importa, puesto que son acciones que solo interferirán en Su deseo de salvarte.
No olvides que nuestros pensamientos nos llevan a caminos que conducen nuestro destino en esta Tierra. Casi todo lo que nos sucede tiene que ver con pensamientos que influyen en nuestra conducta, así que pídele al Señor que te dé sabiduría para encontrar el camino correcto y tomar decisiones conforme a Su voluntad en cada área de tu vida: familia, iglesia, trabajo, etcétera. La senda correcta siempre será buscar Su reino y justicia.
Cree que el Señor te guiará y acompañará en la ruta del aprendizaje que debes seguir en lo individual para alcanzar una vida plena a Su lado. Es fundamental que ordenes tus pensamientos y que revises y cambies las malas actitudes para que seas un mejor ser humano, sabiendo que la corrección y el entendimiento son de dobla vía y recíprocos entre nuestros semejantes. ¡Que Dios te bendiga!