El amor de un padre

El amor de un padre

Benjamin Franklin dijo: “Un hermano es un consuelo. Un amigo es un tesoro. Un padre es ambos”, una bella frase que nos lleva a reflexionar sobre el rol tan importante que desempeñan los padres en la vida de sus hijos, ya que ellos, al igual que las madres son la figura de autoridad, formación y educación, entre muchas otras. Además, son quienes siembran valores y principios que son fundamentales para alcanzar vidas felices, sanas y correctas.

Siempre he dicho que Dios me bendijo muchísimo con el esposo que me dio, ya que además ha sido el mejor padre que ha podido con sus hijos y ahora el mejor abuelo con sus seis nietos. Aunque nuestros tres hijos ya formaron sus propias familias y ya son hombres y mujeres independientes y de bien, jamás dejaremos de ser sus padres y de velar por ellos, pues son los regalos más preciados que el Señor nos ha dado. Cash ha sido intencional en criarlos conforme a la Palabra y ha sido un gran ejemplo para ellos, lo que me ha hecho admirarlo cada vez más.

Es muy reconfortante ver la forma en la que mis hijos educan a sus hijos, mis amados nietecitos, ya que siempre colocan a Jesús en el centro. Aunque cada uno lo hace de diferente forma porque todas las familias y personas son distintas, puedo decir con mucho orgullo que lo están haciendo de la mejor manera y que se han ganado mi admiración y la de muchas más personas que los rodeamos por el excelente papel que han desempeñado. Por supuesto que han tenido sus aciertos y sus desaciertos, pero siempre tomados de Su mano.

De igual forma, aunque mi papá ya goza de la vida eterna desde hace muchos años, me sigo sintiendo sumamente agradecida con el Señor por haberme permitido ser su hija, vivir lo que viví a su lado y por haber compartido con él hasta su último suspiro. A pesar de que con mi núcleo familiar atravesamos muchísimas adversidades, mi padre supo reconocer sus errores, nos amó y fue un hombre responsable con sus hijos y esposa, acciones que son dignas de admirar.

El próximo sábado 17 de junio celebramos el Día del padre en Guatemala, por lo que me adelanté algunos días para dedicarle este espacio a todos los padres de familia de mi país y del mundo entero por la labor más importante que llevan a cabo: amar, cuidar, enseñar y proveer a sus hijos. Su amor, dedicación, sacrificio, esfuerzo y trabajo son invaluables, así que millones de gracias por hacer lo que hacen de forma desinteresada.

Si aún tienes a tu lado a tu padre, este es un buen momento para que lo honres, bendigas y ames con acciones y palabras. Recuerda que uno de los diez mandamientos es honrar a nuestros padres para que nos vaya bien en la vida. ¡Felicidades a todos los padres en su día! Que Dios los bendiga y los siga llenando de Su gracia, misericordia, fuerza y sabiduría para ser su mejor versión en todo momento.