A muchas personas les causa miedo empezar una relación de noviazgo porque creen que esto implica un matrimonio casi inmediato. Tuve dos amigas a quienes alguna vez les dije: “Aquel joven quiere ser tu novio”, y entraron en pánico porque se imaginaron que esto era lo mismo que casarse pronto. En realidad, lo bonito del noviazgo consiste en conocer a otra persona antes de dar cualquier paso importante.
He aprendido que toda relación matrimonial empieza desde mucho antes de la declaración de amor o de dar el anillo, o sea, inicia con una amistad. Este es un proceso que no se debe apresurar porque solo viviéndolo se puede saber si ambos desean estar juntos. La amistad y el noviazgo son vitales para conocerse y ser transparentes en la forma de ser de cada uno sin tratar de ser otra persona.
¿Qué crees de ti misma? ¿Qué valor le das a tus habilidades y dones? ¿Qué importancia le das a una buena educación? Dios me sigue ayudando a creer en mí misma, en mis habilidades, en mis estudios y en mi familia; y estoy segura de que esto fue un factor muy importante para que Cash, mi esposo, se fijara en mí. Confiar en uno mismo es fundamental para cualquier relación saludable. Si hubiera dejado que mis inseguridades de la niñez y la pubertad me siguieran atormentando, seguramente no hubiera encontrado una relación estable como la que tengo.
Tienes que creer en ti, en tus dones, en tus capacidades y en que eres una persona autosuficiente y atractiva no solo para Dios, sino que también para los que te rodean. La realidad es que absolutamente todos, hombres y mujeres, tenemos algo que le resulta agradable a los demás y que provoca que quieran conocernos. Por ejemplo, podremos ser pequeños de estatura, pero si nuestra sonrisa es encantadora, ahí llevamos las de ganar; de igual modo, podríamos ser modelos de revista, pero si nuestro carácter es el de una persona arrogante e insufrible, no llegaremos ni a la segunda cita.
Ahora bien, aunque todas las personas tienen sus propias cualidades, también debes ser cuidadoso al momento de llamar la atención. El hecho de que seas una persona carismática o atractiva físicamente no significa que debas exponerte a todos con mucha facilidad. Aprende a ser alguien que se da a respetar y que también respeta a los demás para ser admirado.
Sin duda alguna, todos tenemos que poner de nuestra parte para disfrutar de relaciones sanas y auténticas. No necesitas acercarte a la perfección, solo debes hacer lo que esté a tu alcance para ser educado, agradable y genuino. ¡Que Dios te bendiga y guie tus pasos en todo momento!