Casi todas las personas esperamos la Semana Santa con muchísimas ansias y emoción, puesto que es un momento de descanso en el que usualmente compartimos tiempo de ocio con familiares y amigos, y disfrutamos del agradable clima del verano. Sin embargo, no debemos olvidar que es el tiempo para que, como creyentes, además de compartir tradiciones, celebremos la fe.
La Semana Santa es una de las épocas más importantes del año para los que creemos en Jesucristo y en Su resurrección. Es el tiempo del año en el que conmemoramos los últimos días de Jesús, desde Su entrada triunfal en Jerusalén, hasta Su muerte y resurrección. Sin duda alguna, además de celebrar la victoria de Jesús sobre la muerte, es el momento oportuno para reflexionar, orar, ponernos a cuentas con el Señor y para desarrollar aún más nuestra fe.
Celebrar la resurrección de Jesús es importantísimo porque creemos en ella y estamos en esta Tierra por un propósito eterno, gracias a la fe que ejercemos día a día. Tenemos que entender que si no creyéramos en lo que Él tuvo que atravesar para que todos nuestros pecados fueran perdonados, nuestra fe sería completamente vana y estaríamos viviendo en pecado.
La resurrección tiene un inmenso poder, ya que nos brinda esperanza viva y la herencia de que Jesús reservó para todos Sus hijos; nos provoca transformación, pues la obra que Dios inició en cada persona continúa perfeccionándose hasta Su venida; nos enseña que venció la muerte, la cual se convirtió en victoria; y nos da vida porque destruye el pecado para que no le sirvamos más.
Asimismo, creer en la resurrección de Jesucristo también nos otorga dos grandes beneficios que siempre me han impresionado: la gracia abundante y una fe sobrenatural. La Biblia nos enseña que cuando Él entregó el Espíritu, muchísimos cuerpos se levantaron y salieron de los sepulcros en los que se encontraban, lo que nos muestra que Él tiene el absoluto poder para levantar a cualquiera de la muerte.
Siempre he dicho que la resurrección es la puerta de entrada a la vida eterna porque creer en ella nos permite obtener la salvación, porque fue el sacrificio que Jesucristo hizo para anular nuestros pecados. En estos días en los que conmemoramos ese sacrificio, graba en tu mente que el acceso que tenemos a la vida eterna, a la libertad, a la salvación y a los milagros, es gracias a la resurrección.
En estos próximos días cree firmemente y confiesa con tu boca que Jesús resucitó para que seamos salvos y accedamos a la vida eterna. ¡Que Dios te bendiga!