Del 20 al 22 de septiembre de este año me fui de gira, por segunda ocasión, a tres bellas ciudades de México: Acapulco, Tamaulipas y Monterrey, a promocionar mi libro Mírate bonita, mírate feliz. Una invitación a descubrir quién eres. Me siento muy agradecida con Dios por la oportunidad que me dio nuevamente de compartir con mujeres excepcionales sobre nuestra identidad en Él.
En estos días viví grandes momentos que quedarán marcados en mi corazón en los que compartí conferencias sobre identidad y momentos de convivencia. A pesar de que lancé mi libro hace casi dos años, aún me sorprende el alcance que ha tenido y las puertas que Dios me ha abierto para seguir compartiendo con muchas más personas el anhelo que Él puso en mi corazón al escribirlo.
Sin duda que además de Dios, mi familia, mis amigos y mi equipo de trabajo han sido piezas fundamentales para alcanzar lo que he alcanzado con este libro. Su apoyo y constantes ánimos desde que inicié la aventura de compartir, a través de la escritura, sobre el tema de la identidad, han sido mi fuerza y motivación en este tiempo tan lindo que he vivido, en el que he disfrutado cada faceta y en el que he aprendido mucho más de lo que algún día imaginé.
Con esta gira, aunque fue más corta que la primera, el Señor me volvió a mostrar cuánto me ama, Su inmenso poder y lo bello de permanecer en Su presencia, ya que junto al equipo de pastoras y amigas que me acompañaron, además de hablar de mi manuscrito, tuvimos la oportunidad de ministrar identidades y valor, tiempo en el que el Espíritu Santo se derramó de manera muy especial.
¡Gracias por este tiempo que me regalaron, querido México! Oro para que Dios guarde a cada mujer que vive en las hermosas ciudades que visité. Declaro que los mejores años están por venir para ellas, que el Señor abrirá mejores puertas que lograrán reafirmar su identidad y su valor, y que Él marcará un nuevo caminar en sus vidas.
Si aún no has leído mi libro Mírate bonita, mírate feliz ni tienes el cuaderno Mi cuaderno de identidad, adquiérelos en la librería de Casa de Dios. El libro también puedes conseguirlo a través de Amazon. En él explico cómo las heridas psicológicas y emocionales que nos afectaron en determinado momento nos siguen provocando traumas profundos que nos impiden descubrir nuestra verdadera identidad como hijas, madres, esposas, novias, amigas y profesionales; y que solo cuando entendemos lo valiosas que somos para Dios empezamos a notar el concepto que deberíamos tener de nosotras mismas.