El inicio de un nuevo año suele ser el momento ideal para tomar un respiro y reflexionar, así como para reconocer todas las cosas buenas que nos sucedieron y agradecer por ellas. También es el tiempo perfecto para que soltemos y dejemos ir todo lo que nos lastimó, esto con el objetivo de sanar, evolucionar y vivir un mejor presente a pesar de las pruebas que se presenten.
La libertad que el perdón nos otorga es maravillosa, por lo que en estos próximos meses del año te animo a echar fuera de tu vida y tu corazón todos los sentimientos que puedan oprimirte: enojo, ira, depresión y ansiedad; y que elijas perdonar por sobre todas las cosas. Es importante que entendamos que el primer paso para que realmente perdonemos es la redención.
A lo largo de mi vida he conocido a muchas personas que se incomodan al hablar de rendición y perdón porque quizá se sienten tan lastimadas que no las ven como una opción. Rendirse significa entregarle nuestra vida a Dios, aun con nuestras marcas y heridas, con el propósito de que, con su amor, misericordia y compasión nos otorgue la sanidad completa que tanto necesitamos.
Estoy completamente segura de que para vivir en paz y armonía en este 2023 debemos entregarle a Dios todo lo que llevamos dentro, incluso el orgullo que ataca a miles de personas; también debemos centrarnos en el cuidado y fortalecimiento de nuestro propio corazón. Reconozcamos que necesitamos ayuda porque no podemos solos: es importante que abramos nuestro corazón para que Él inicie Su obra en nosotros.
Toma en cuenta que perdonar es una acción que debemos llevar a cabo todos los días, incluso en los momentos en que no queramos hacerlo. La mayoría de las veces, cuando trabajamos en el perdón, debemos rendirle el mismo dolor a Dios. En este momento quizá estés pensando en algo muy doloroso que un ser querido te provocó y lo cual consideras imperdonable, sin embargo, con Su gracia y favor absolutamente todo es perdonable.
Por supuesto que perdonar no significa que aceptes que los errores cometidos están bien, tampoco que vuelvas a permitir que las personas continúen hiriéndote. ¡Para nada! Perdonar es soltar para sanar; es una acción que no tiene nada que ver con la otra persona, sino única y exclusivamente con Dios, pues la realizamos en un momento a solas con Él.
Lo peor que podemos hacernos a nosotros mismos en este nuevo año es traer las ofensas y el dolor que acarreamos en 2022, así que si hay algo puntual que no te ha permitido ser tú mismo y que necesitas enterrar, te invito a que no pierdas más el tiempo y lo hagas. Dedica momentos de tu día a orar y rendírselo a Dios, ya que Él nos ama y cuida nuestro corazón.