Del pasado 4 al 13 de agosto, como se los compartí en uno de mis últimos blogs, me fui de gira a México a promocionar mi libro Mírate bonita, mírate feliz. Una invitación a descubrir quién eres. Tuve la oportunidad de visitar varias ciudades en las que pasé un tiempo fenomenal al lado de mujeres maravillosas a quienes Dios llenó de amor y les afirmó una identidad en Él.
Estoy muy agradecida con Dios, con mi familia, con mis amigos y con mi equipo de trabajo por el apoyo que me han brindado desde que inicié la aventura de compartir, a través de la escritura, lo que Él puso en mi corazón para bendecir la vida de miles de mujeres con problemas de identidad. Ha sido un tiempo increíble que he podido disfrutar al máximo y en el que he aprendido mucho más de lo que imaginé.
También me siento muy contenta por los reconfortantes comentarios y cariño que recibí en estos últimos días de parte de mujeres mexicanas que han leído mi libro o escuchan mis enseñanzas. Por medio de esta impresionante gira, Dios me volvió a mostrar Su inmenso poder y lo bello de permanecer en Su presencia, ya que junto al equipo de pastoras y amigas que me acompañaron, además de hablar de mi manuscrito, tuvimos la oportunidad de ministrar identidades y valor, tiempo en el que el Espíritu Santo se derramó de manera muy especial.
¡Gracias por este tiempo, Puerto Vallarta, Guadalajara, Ciudad de México, Villahermosa, Mérida y Cancún! La pasé feliz, alegre y muy expectante. Oro para que Dios guarde a cada mujer que vive en esas hermosas ciudades y también por las mujeres del mundo entero. Declaro que los mejores años están por venir para ellas, que el Señor abrirá mejores puertas, que lograrán reafirmar su identidad y su valor, y que Él marcará un nuevo caminar en sus vidas.
Si aún no has leído mi libro Mírate bonita, mírate feliz ni tienes el cuaderno Mi cuaderno de identidad, adquiérelos en la librería de Casa de Dios. El libro también puedes adquirirlo a través de Amazon. En él explico cómo las heridas psicológicas y emocionales que nos afectaron en determinado momento nos siguen provocando traumas profundos que nos impiden descubrir nuestra verdadera identidad como hijas, madres, esposas, novias, amigas y profesionales; y que solo cuando entendemos lo valiosas que somos para Dios empezamos a notar el concepto que deberíamos tener de nosotras mismas.
Mi cuaderno de identidad es un complemento esencial que ayudará a las lectoras, entre otras cosas, a crear un genograma familiar, a llevar un registro de lo que cada persona ama hacer, a analizar posibles citas sentimentales, a reconocer y apreciar las virtudes y defectos propios y a perdonar los errores cometidos. ¡Le doy gracias a Dios por la oportunidad de ayudar a miles de mujeres a recuperar su verdadera identidad en Él!