“Vivir sin amigos no es vivir”, dice la famosa y tan acertada frase de Cicerón. La amistad es un regalo de Dios que nos llena el corazón de alegría, sin embargo, no siempre es recíproca, ya que podemos ser amigos de muchos, aunque pocos puedas ser amigos nuestros. Esto no quiere decir que en la vida solo tengamos que mostrarle nuestra amistad a quienes nos la muestran. Jesús, por ejemplo, fue amigo de todos aunque dudo que todos hayan sido amigos de Él.
Es increíble pensar que Cristo fue amigo hasta de ¡pecadores y traidores! Así que tomemos su ejemplo y no tengamos un listado de requisitos para ofrecer nuestra amistad, ya que cuando encontramos un buen amigo se vuelve en un hermano en buenos y malos tiempos. Asimismo, por cualquiera que sea la razón, jamás saquemos ventaja de los errores de nuestras amistades ni de ninguna relación porque no es correcto.
A veces sucede, consciente o inconscientemente, que algunas personas se esfuerzan para lucirse haciendo ver mal a otros, lo cual como cristianos no debemos permitir porque somos la sal de la tierra y la luz del mundo, y debemos marcar la diferencia siempre. Todo esto sucede cuando guardamos rencor o resentimiento por algo que nos hicieron, así que para evitarlo lo más fácil es perdonar. El perdón es lo que tiene la capacidad de mantener una amistad.
La Biblia dice que el que perdona busca amistad, la cual, después de haber pasado por el perdón, se une con lazos de amor mucho más fuertes. Cuando hay crisis y perdón, aunque no lo parezca, una relación se fortalece; así que si sientes que debes perdonar a alguien o pedir perdón por algo que tú hiciste mal, ¡hazlo! Te aseguro que todo mejorará si tomas esa decisión.
Muchas bendiciones para tu vida podrían estar retenidas a causa de una amargura causada por algo que te hayan hecho. Ten siempre en mente que solo un corazón saludable es capaz de brindar una amistad sana; y recuerda que la adversidad levanta contienda y aparta a los amigos.
Si quieres tener buenas relaciones de amistad debes entender que todas las personas tenemos defectos, algunos se pueden eliminar, pero con otros hay que aprender a vivir. Los conflictos entre amigos se resuelven orando para que Dios nos dé la fuerza, pero también conversando con la persona implicada para limar asperezas y aclarar dudas.
En el Día del amor y la amistad que se celebra la próxima semana, esfuérzate en aceptar a las personas tan como son porque somos piezas únicas creadas a imagen y semejanza de Dios. Ofrece una amistad sincera a quienes lo necesiten para que tú también la recibas.